Las marcas deben crear una identidad corporativa a través de un branding estratégico, que ayude a los consumidores a crear una asociación mental positiva de la marca, y se decidan por adquirir un determinado producto. En los últimos tiempos, muchas marcas y estudios han reflejado la importancia del tratamiento estratégico de los activos intangibles de una empresa para crear identidad corporativa. Activos, como por ejemplo, los relacionados con los valores que una empresa defiende o las acciones que llevan a cabo en la realidad y que confirman con hechos el mensaje que se comunica.
La importancia del branding estratégico
El branding estratégico debe seguir una pauta previamente establecida. Es lo que se conoce como gestión estratégica de la identidad corporativa. El branding estratégico corporativo pretende crear una identidad de marca, pero la gestión estratégica es la que finalmente, conseguirá influir en las asociaciones mentales que el público realizará automáticamente al escuchar nuestra marca o tener algún tipo de relación, directa o indirecta con ella. Este tipo de planes, consta de tres grandes etapas. Son las siguientes:
Análisis estratégico de la situación: sin una buena recopilación de información previa, es imposible llevar a cabo un branding corporativo eficiente. Y, ni mucho menos, una correcta gestión estratégica de la identidad corporativa. Aspectos como quiénes somos, qué queremos transmitir, cuál es nuestro público objetivo y hasta dónde queremos llegar, son algunos de los aspectos a investigar antes de realizar la planificación estratégica. Sin ella, la planificación será efectiva simplemente a corto plazo, y aunque el branding corporativo llevado a cabo sea óptimo, este será insuficiente para influir en los consumidores.
Definición del perfil de identidad corporativa: en esta etapa se deberán definir las acciones que conformarán el perfil de identidad corporativa de una marca. Estos rasgos marcarán la diferencia con la competencia, ya que permitirán que los usuarios realicen una identificación, diferenciación y preferencia de nuestra marca.
La comunicación del perfil de identidad corporativa: otro de los pasos a seguir dentro de la etapa de branding corporativo que corresponde a la gestión estratégica de la identidad, se encuentra el de la comunicación. En esta etapa deberán definirse los planes de comunicación que la marca deberá llevar a cabo para entablar relaciones con los diferentes públicos a los que quiera dirigirse.
En definitiva, el branding estratégico corporativo es imprescindible para crear una identidad de marca. Pero una de las etapas más importantes del branding es la estrategia que se sigue para conseguir que la personalidad de marca influya positivamente en el público objetivo. Realizarlo correctamente está estrechamente ligado a las tres etapas anteriormente descritas. Del éxito de cada una de ellas dependerá el óptimo posicionamiento mental de nuestra marca en la mente de los consumidores.
El branding estratégico: cómo posicionarse en la mente de los usuarios
Las marcas deben crear una identidad corporativa a través de un branding estratégico, que ayude a los consumidores a crear una asociación mental positiva de la marca, y se decidan por adquirir un determinado producto. En los últimos tiempos, muchas marcas y estudios han reflejado la importancia del tratamiento estratégico de los activos intangibles de una empresa para crear identidad corporativa. Activos, como por ejemplo, los relacionados con los valores que una empresa defiende o las acciones que llevan a cabo en la realidad y que confirman con hechos el mensaje que se comunica.
La importancia del branding estratégico
El branding estratégico debe seguir una pauta previamente establecida. Es lo que se conoce como gestión estratégica de la identidad corporativa. El branding estratégico corporativo pretende crear una identidad de marca, pero la gestión estratégica es la que finalmente, conseguirá influir en las asociaciones mentales que el público realizará automáticamente al escuchar nuestra marca o tener algún tipo de relación, directa o indirecta con ella. Este tipo de planes, consta de tres grandes etapas. Son las siguientes:
En definitiva, el branding estratégico corporativo es imprescindible para crear una identidad de marca. Pero una de las etapas más importantes del branding es la estrategia que se sigue para conseguir que la personalidad de marca influya positivamente en el público objetivo. Realizarlo correctamente está estrechamente ligado a las tres etapas anteriormente descritas. Del éxito de cada una de ellas dependerá el óptimo posicionamiento mental de nuestra marca en la mente de los consumidores.