Escuchando esa típica frase de que las nuevas tecnologías van a cambiar el mundo tal y como lo conocemos, lo normal es pensar en coches futuristas o dispositivos móviles de ciencia ficción. Ahora bien, los beneficios de las nuevas tecnologías pueden dejarse notar en otros sectores como la logística marítima, probablemente no tan identificables de cara a la galería, pero igualmente notables para la vida diaria de cualquier ciudadano de a pie.
Los beneficios de las nuevas tecnologías para la logística marítima
Como el término de nuevas tecnologías suele también entenderse como un conglomerado abstracto, lo mejor es definir cuáles de ellas pueden o deben ser aplicadas para las mejoras en la logística marítima. El Internet de las Cosas, Big Data, Blockchain o la Inteligencia Artificial son actualmente los principales campos de los que se espera una innovación importante.
¿Y cómo se espera que lleguen las novedades? Pues de la mano de un principio tan simple como compartir información entre los actores del sector para mejorar la eficiencia de los recursos.
Las mejoras que se esperan
A más de uno le sorprenderá o le resultará chocante, pero en un sector que trabaja a nivel internacional como es el de la logística marítima, la colaboración entre empresas suele estar limitada y, si hablamos de compartir información, la tónica general es la de informar lo justo y necesario. Esto deriva en que sea difícil disfrutar de las posibilidades que las mencionadas tecnologías ofrecen, que no serían otras que una mayor eficiencia en los procesos que forman parte de la logística marítima.
Indican los expertos que, de la mano de la interoperabilidad entre sistemas públicos y privados para el intercambio de información, se podrían lograr cosas tan importantes como la creación de plataformas de coordinación y ventanas únicas, reducción al máximo de lo impredecible para los operadores portuarios y hasta un uso más eficiente de las infraestructuras. Sin embargo, las empresas del sector no parecen estar por la labor.
Los peligros a evitar
Pero tampoco vamos a criticar la postura adoptada por las empresas de la logística marítima, ya que lo cierto es que todas ellas tienen sus razones para evitar compartir más información de la estrictamente necesaria. La principal de ellas es la competitividad existente en el sector, una característica que prácticamente convierte en actividad de riesgo el hecho de que tus rivales conozcan las cifras que manejas o los sistemas de gestión que empleas.
Pero más allá de que el vecino pueda aprovecharse de conocer tus métodos de trabajo, la seguridad también pasa a ser un tema preocupante de cara a la introducción de las nuevas tecnologías. Hablar de la creación de plataformas de coordinación y ventanas únicas es hablar de poner online datos e información de carácter delicado.
De hecho, desde el momento en el que se sopesa la idea de apoyarse en el Internet de las Cosas o cualquier tecnología que haga uso de la conectividad, entra el juego la ciberseguridad. Aquí ya no hay que valorar únicamente los posibles ataques de nuestros rivales o enemigos, sino también la posibilidad de los piratas informáticos o cualquiera que pueda sacar rédito de algo tan jugoso como los datos relativos a las principales empresas del sector.
¿Creación de estándares para la logística marítima?
Aclarados los principales puntos débiles a los que el sector debería hacer frente para lograr esa buscada eficiencia, empieza a vislumbrarse en el horizonte una nueva posibilidad. Se trata de la implementación de estándares a nivel industrial para compartir información, un punto de partida que podría eliminar el miedo a la competencia y centrar la atención del sector en fortalecer y desarrollar la seguridad ante ciberataques.
¿Cómo las nuevas tecnologías transformarán la cadena logística marítima?
Escuchando esa típica frase de que las nuevas tecnologías van a cambiar el mundo tal y como lo conocemos, lo normal es pensar en coches futuristas o dispositivos móviles de ciencia ficción. Ahora bien, los beneficios de las nuevas tecnologías pueden dejarse notar en otros sectores como la logística marítima, probablemente no tan identificables de cara a la galería, pero igualmente notables para la vida diaria de cualquier ciudadano de a pie.
Los beneficios de las nuevas tecnologías para la logística marítima
Como el término de nuevas tecnologías suele también entenderse como un conglomerado abstracto, lo mejor es definir cuáles de ellas pueden o deben ser aplicadas para las mejoras en la logística marítima. El Internet de las Cosas, Big Data, Blockchain o la Inteligencia Artificial son actualmente los principales campos de los que se espera una innovación importante.
¿Y cómo se espera que lleguen las novedades? Pues de la mano de un principio tan simple como compartir información entre los actores del sector para mejorar la eficiencia de los recursos.
Las mejoras que se esperan
A más de uno le sorprenderá o le resultará chocante, pero en un sector que trabaja a nivel internacional como es el de la logística marítima, la colaboración entre empresas suele estar limitada y, si hablamos de compartir información, la tónica general es la de informar lo justo y necesario. Esto deriva en que sea difícil disfrutar de las posibilidades que las mencionadas tecnologías ofrecen, que no serían otras que una mayor eficiencia en los procesos que forman parte de la logística marítima.
Indican los expertos que, de la mano de la interoperabilidad entre sistemas públicos y privados para el intercambio de información, se podrían lograr cosas tan importantes como la creación de plataformas de coordinación y ventanas únicas, reducción al máximo de lo impredecible para los operadores portuarios y hasta un uso más eficiente de las infraestructuras. Sin embargo, las empresas del sector no parecen estar por la labor.
Los peligros a evitar
Pero tampoco vamos a criticar la postura adoptada por las empresas de la logística marítima, ya que lo cierto es que todas ellas tienen sus razones para evitar compartir más información de la estrictamente necesaria. La principal de ellas es la competitividad existente en el sector, una característica que prácticamente convierte en actividad de riesgo el hecho de que tus rivales conozcan las cifras que manejas o los sistemas de gestión que empleas.
Pero más allá de que el vecino pueda aprovecharse de conocer tus métodos de trabajo, la seguridad también pasa a ser un tema preocupante de cara a la introducción de las nuevas tecnologías. Hablar de la creación de plataformas de coordinación y ventanas únicas es hablar de poner online datos e información de carácter delicado.
De hecho, desde el momento en el que se sopesa la idea de apoyarse en el Internet de las Cosas o cualquier tecnología que haga uso de la conectividad, entra el juego la ciberseguridad. Aquí ya no hay que valorar únicamente los posibles ataques de nuestros rivales o enemigos, sino también la posibilidad de los piratas informáticos o cualquiera que pueda sacar rédito de algo tan jugoso como los datos relativos a las principales empresas del sector.
¿Creación de estándares para la logística marítima?
Aclarados los principales puntos débiles a los que el sector debería hacer frente para lograr esa buscada eficiencia, empieza a vislumbrarse en el horizonte una nueva posibilidad. Se trata de la implementación de estándares a nivel industrial para compartir información, un punto de partida que podría eliminar el miedo a la competencia y centrar la atención del sector en fortalecer y desarrollar la seguridad ante ciberataques.