Existen diferentes motivos por los que el comercio internacional ha crecido un 50% en los últimos 10 años. Podemos hacer mención a la globalización o los flujos migratorios, pero ninguna de las variables que señalemos ha tenido una influencia tan notable como el Big Data. La posibilidad de analizar nuevos parámetros sobre el mercado y conocer más en detalle las tendencias, ha derivado en que Big Data y comercio internacional sean ya dos elementos inseparables de cara al futuro.
Big Data y comercio internacional
Para muchos, el Big Data puede presentarse como algo paradójico. Desde un punto de vista simple, este elemento tecnológico puede percibirse como un enorme conjunto de datos, un entramado que, en lugar de facilitarnos la tarea, más bien la complicaría añadiendo nuevas variables. Sin embargo, los expertos en materia saben que sucede lo contrario.
El Big Data nos ayuda a conocer nuevas variables y elementos que influyen en nuestro modelo de negocio que, de otro modo, eran imposibles de detectar por nuestra parte. Pero al mismo tiempo, también nos ayuda a controlarlos, es decir, es capaz de analizarlos y extraer valoraciones que nos ayuden a saber si la destinación de recursos que estamos llevando a cabo es la idónea o no. Conociendo pues, los recursos necesarios a destinar a cada proceso, será mucho más sencillo alcanzar la eficiencia en nuestras tareas.
Ventajas de aplicar el Big Data a la internacionalización
Si los profesionales del comercio internacional están apostando totalmente por el Big Data es porque les permite disfrutar de una serie de ventajas en terrenos como los siguientes:
Monitoreo de los ratings de calidad: aplicado a los suministradores, pero también a la cartera de clientes.
Asegurar la calidad en la entrega de producto: el Big Data permite controlar y cultivar un historial impecable en esta área.
Reducir la ineficiencia: tal y como hemos explicado en el punto anterior, un mayor control del funcionamiento se termina traduciendo en una óptima gestión de recursos.
Detectar nuestra posición respecto a la competencia: gracias al estudio de plazos y ritmos de entrega podremos saber en qué punto nos encontramos en el sector respecto a nuestra competencia y su capacidad de rendimiento.
Big Data para el cumplimiento de normativas
Una de las características intrínsecas e inevitables del comercio exterior es la necesidad de estar al tanto de las normativas y legislaciones vigentes en los diversos territorios. Por suerte o por desgracia, la diversidad de países conlleva también una gran variedad en lo relativo a exigencias regulatorias para los procesos de importación y exportación.
Estar al tanto de la vigencia de estas regulaciones y, sobre todo, de sus posibles cambios es vital para cualquier empresa, porque cada mínimo fallo o descuido puede terminar traduciéndose en retrasos y, en última instancia, en pérdidas económicas. Hasta ahora las empresas han optado por dedicar un buen número de recursos humanos a esta área, pero como nadie es perfecto, los errores terminaban por aparecer.
Es ahí donde ahora entra en juego el Big Data, capaz de aportar una notable mejora en la gestión del marco legal e incluso de mejorar la previsión de la demanda. Tener a la tecnología de nuestro lado minimizará las pérdidas de tiempo y asegurará al máximo el cumplimiento de normativas internacionales.
Sacándole jugo al Big Data
Queda claro que el Big Data ha pasado a ser la nueva herramienta favorita de los profesionales del comercio exterior, pero sus virtudes no se limitan a mejorar la eficiencia de los procesos en nuestra empresa, sino que también podemos entenderlo como un método de identificación de oportunidades de mercado. Gracias al Big Data:
Podremos identificar los territorios que están demandando nuestro producto en tiempo real y tener la oportunidad de adaptar nuestra distribución a esa demanda.
Tendremos la oportunidad de monitorizar el desarrollo de nuestra competencia, saber a qué empresas venden, cuándo o con qué frecuencia, …
Acceder a un histórico de la demanda del producto que comercialicemos para, por ejemplo, detectar los 5 países en los que es el producto estrella.
Hacer proyecciones a futuro para detectar cómo evolucionará la demanda en los próximos años
Detectar qué tipo de empresas/clientes son consumidores de nuestro producto y con qué fines lo están empleando.
Big Data y el comercio internacional, tándem catalizador del crecimiento
Existen diferentes motivos por los que el comercio internacional ha crecido un 50% en los últimos 10 años. Podemos hacer mención a la globalización o los flujos migratorios, pero ninguna de las variables que señalemos ha tenido una influencia tan notable como el Big Data. La posibilidad de analizar nuevos parámetros sobre el mercado y conocer más en detalle las tendencias, ha derivado en que Big Data y comercio internacional sean ya dos elementos inseparables de cara al futuro.
Big Data y comercio internacional
Para muchos, el Big Data puede presentarse como algo paradójico. Desde un punto de vista simple, este elemento tecnológico puede percibirse como un enorme conjunto de datos, un entramado que, en lugar de facilitarnos la tarea, más bien la complicaría añadiendo nuevas variables. Sin embargo, los expertos en materia saben que sucede lo contrario.
El Big Data nos ayuda a conocer nuevas variables y elementos que influyen en nuestro modelo de negocio que, de otro modo, eran imposibles de detectar por nuestra parte. Pero al mismo tiempo, también nos ayuda a controlarlos, es decir, es capaz de analizarlos y extraer valoraciones que nos ayuden a saber si la destinación de recursos que estamos llevando a cabo es la idónea o no. Conociendo pues, los recursos necesarios a destinar a cada proceso, será mucho más sencillo alcanzar la eficiencia en nuestras tareas.
Ventajas de aplicar el Big Data a la internacionalización
Si los profesionales del comercio internacional están apostando totalmente por el Big Data es porque les permite disfrutar de una serie de ventajas en terrenos como los siguientes:
Big Data para el cumplimiento de normativas
Una de las características intrínsecas e inevitables del comercio exterior es la necesidad de estar al tanto de las normativas y legislaciones vigentes en los diversos territorios. Por suerte o por desgracia, la diversidad de países conlleva también una gran variedad en lo relativo a exigencias regulatorias para los procesos de importación y exportación.
Estar al tanto de la vigencia de estas regulaciones y, sobre todo, de sus posibles cambios es vital para cualquier empresa, porque cada mínimo fallo o descuido puede terminar traduciéndose en retrasos y, en última instancia, en pérdidas económicas. Hasta ahora las empresas han optado por dedicar un buen número de recursos humanos a esta área, pero como nadie es perfecto, los errores terminaban por aparecer.
Es ahí donde ahora entra en juego el Big Data, capaz de aportar una notable mejora en la gestión del marco legal e incluso de mejorar la previsión de la demanda. Tener a la tecnología de nuestro lado minimizará las pérdidas de tiempo y asegurará al máximo el cumplimiento de normativas internacionales.
Sacándole jugo al Big Data
Queda claro que el Big Data ha pasado a ser la nueva herramienta favorita de los profesionales del comercio exterior, pero sus virtudes no se limitan a mejorar la eficiencia de los procesos en nuestra empresa, sino que también podemos entenderlo como un método de identificación de oportunidades de mercado. Gracias al Big Data: