Cuando hablamos de logística a gran escala, no se debe señalar un procedimiento con mayor o menor importancia que otros. Sin embargo, sí podemos identificar alguna que otra tarea en la que debemos poner toda nuestra atención y la mayoría de ojos posibles. Hablamos de la clasificación arancelaria, un proceso en el que el código TARIC debe ser el gran protagonista.
¿Qué es el código TARIC?
Este código, también conocido como partida arancelaria, es un código numérico que se asocia a cada mercancía en función de su naturaleza. Gracias a él podemos acceder a información precisa sobre las medidas arancelarias relativas a una mercancía concreta. Además, el código TARIC es empleado en todo el mundo a la hora de clasificar envíos internacionales y calcular impuestos, aranceles y posibles restricciones. Dicho de otro modo, proporciona un estándar que agiliza trámites.
La importancia del código TARIC
Las consecuencias derivadas del empleo de este código de carácter universal se identifican rápidamente. En primer lugar, debemos destacar la agilidad que infiere en los trámites a realizar. Al tratarse de un código empleado por la mayoría de agentes del sector, su comprensión es sencilla y permite calcular rápidamente el tipo de impuesto aplicable tanto en el país de origen como en el país de destino.
Ni que decir tiene que, al tratarse de un código numérico, también nos ahorra posibles problemas derivados del lenguaje. La logística debe ser un terreno en el que las fronteras pongan los mínimos obstáculos posibles, así que trabajando con números evitamos posibles malentendidos que podría provocar el cambio o traducción de idiomas.
Finalmente, también debemos destacar la incidencia que el uso de TARIC tiene a la hora de elaborar diferentes estadísticas relativas al mercado. El sistema favorece la identificación de mercancías y el análisis de los recorridos y procesos que siguen las mismas, un punto de partida ideal para obtener datos que muestren el comportamiento del mercado de la manera más precisa posible.
¿Qué puede suceder si no identificamos el TARIC correctamente?
Identificar el código TARIC correctamente es obligación del exportador, pero, sobre todo, es algo que nos interesa hacer con toda la precisión del mundo si queremos evitar posibles consecuencias desastrosas para nuestro negocio. Por ejemplo, exportar por error un cargamento de piedras preciosas a un territorio que no lo permite, puede dar como resultado la destrucción del cargamento, un impacto importante en lo relativo al stock de la compañía.
Pero vayamos por partes, la primera consecuencia de una errónea identificación del código TARIC son los retrasos en el tiempo. Lo más probable en este supuesto es que nuestro cargamento sea retenido en algún momento de la cadena logística y seamos requeridos para realizar algún tipo de actuación o aclaración al respecto.
En el mejor de los casos, el código TARIC de nuestra mercancía podrá ser corregido y ésta continuará su camino. Eso sí, antes tendremos que pasar por caja, ya que deberemos hacer frente a una nueva tarifa (en este caso la que sí se corresponda con nuestra carga). Pero esto ocurrirá únicamente en el mejor de los casos.
La situación puede complicarse y los responsables de gestión pueden entender que el exportador ha actuado de mala fe o de una manera negligente, lo que les llevará a imponernos una sanción por trabajar con un código TARIC incorrecto. Si la infracción se considera muy grave o se entiende que la carga no puede o no debe ser retornada al exportador, podría llegar a ser destruida.
En definitiva, una mala identificación del código TARIC puede derivar en un gran impacto económico, ya sea por el tiempo adicional requerido para el transporte, por las sanciones aplicadas o, simple y llanamente, por provocar la pérdida de la mercancía y pérdida del beneficio.
¿Por qué los códigos TARIC deberían ser tu nueva Biblia?
Cuando hablamos de logística a gran escala, no se debe señalar un procedimiento con mayor o menor importancia que otros. Sin embargo, sí podemos identificar alguna que otra tarea en la que debemos poner toda nuestra atención y la mayoría de ojos posibles. Hablamos de la clasificación arancelaria, un proceso en el que el código TARIC debe ser el gran protagonista.
¿Qué es el código TARIC?
Este código, también conocido como partida arancelaria, es un código numérico que se asocia a cada mercancía en función de su naturaleza. Gracias a él podemos acceder a información precisa sobre las medidas arancelarias relativas a una mercancía concreta. Además, el código TARIC es empleado en todo el mundo a la hora de clasificar envíos internacionales y calcular impuestos, aranceles y posibles restricciones. Dicho de otro modo, proporciona un estándar que agiliza trámites.
La importancia del código TARIC
Las consecuencias derivadas del empleo de este código de carácter universal se identifican rápidamente. En primer lugar, debemos destacar la agilidad que infiere en los trámites a realizar. Al tratarse de un código empleado por la mayoría de agentes del sector, su comprensión es sencilla y permite calcular rápidamente el tipo de impuesto aplicable tanto en el país de origen como en el país de destino.
Ni que decir tiene que, al tratarse de un código numérico, también nos ahorra posibles problemas derivados del lenguaje. La logística debe ser un terreno en el que las fronteras pongan los mínimos obstáculos posibles, así que trabajando con números evitamos posibles malentendidos que podría provocar el cambio o traducción de idiomas.
Finalmente, también debemos destacar la incidencia que el uso de TARIC tiene a la hora de elaborar diferentes estadísticas relativas al mercado. El sistema favorece la identificación de mercancías y el análisis de los recorridos y procesos que siguen las mismas, un punto de partida ideal para obtener datos que muestren el comportamiento del mercado de la manera más precisa posible.
¿Qué puede suceder si no identificamos el TARIC correctamente?
Identificar el código TARIC correctamente es obligación del exportador, pero, sobre todo, es algo que nos interesa hacer con toda la precisión del mundo si queremos evitar posibles consecuencias desastrosas para nuestro negocio. Por ejemplo, exportar por error un cargamento de piedras preciosas a un territorio que no lo permite, puede dar como resultado la destrucción del cargamento, un impacto importante en lo relativo al stock de la compañía.
Pero vayamos por partes, la primera consecuencia de una errónea identificación del código TARIC son los retrasos en el tiempo. Lo más probable en este supuesto es que nuestro cargamento sea retenido en algún momento de la cadena logística y seamos requeridos para realizar algún tipo de actuación o aclaración al respecto.
En el mejor de los casos, el código TARIC de nuestra mercancía podrá ser corregido y ésta continuará su camino. Eso sí, antes tendremos que pasar por caja, ya que deberemos hacer frente a una nueva tarifa (en este caso la que sí se corresponda con nuestra carga). Pero esto ocurrirá únicamente en el mejor de los casos.
La situación puede complicarse y los responsables de gestión pueden entender que el exportador ha actuado de mala fe o de una manera negligente, lo que les llevará a imponernos una sanción por trabajar con un código TARIC incorrecto. Si la infracción se considera muy grave o se entiende que la carga no puede o no debe ser retornada al exportador, podría llegar a ser destruida.
En definitiva, una mala identificación del código TARIC puede derivar en un gran impacto económico, ya sea por el tiempo adicional requerido para el transporte, por las sanciones aplicadas o, simple y llanamente, por provocar la pérdida de la mercancía y pérdida del beneficio.