Enviar un mismo cargamento de pantalones de Madrid a Ciudad del Cabo puede tener un coste muy diferente en función del sentido del envío. Los costes de transporte marítimo están sometidos a una gran cantidad de factores que influyen en el valor del flete y conocer todos ellos será vital si quieres que tus envíos sean rentables para la empresa.
Costes de transporte marítimo: el flete marítimo
Las compañías cuyo negocio dependa en mayor o menor medida del transporte de mercancías por vía marítima ya estarán habituadas al flete marítimo. Con esta denominación se designa a la contraprestación económica que se efectúa a cambio de transportar nuestra carga de puerto a puerto, de puerta a puerta, de puerta a puerto o viceversa.
Evidentemente, el trayecto que elijamos influirá en el coste del flete marítimo, pero ni mucho menos será el único parámetro a tener en cuenta para calcular el coste. De hecho, la tarifa puede llegar a variar con el paso de los días, aunque seleccionemos el mismo trayecto y el mismo nivel de mercancía. Veamos el porqué.
¿Por qué fluctúan los costes?
Para determinar los costes de transporte marítimo se deben tener en cuenta las siguientes variables:
Método elegido para el transporte de mercancía
No es lo mismo optar por la vía FCL (Full Container Load), en la que nuestro cargamento ocupa todo el contenedor y hacemos un uso exclusivo del mismo, que optar por un uso LCL (Less Than Container Load), en el que el uso del contenedor es compartido con otros envíos. Aunque el segundo caso suele presentar condiciones más asequibles para envíos de menor volumen, también suele conllevar mayor dificultad a la hora de controlar los tiempos de transporte.
Oferta y demanda
El mercado del transporte marítimo está sujeto a la ley de la oferta y la demanda. Esto significa que realizar una ruta puede tener un coste determinado durante esta semana, pero aumentar considerablemente su tarifa la semana siguiente. Por ejemplo, no supone lo mismo transportar un cargamento al puerto de Valencia en plena celebración de la Copa América, que hacerlo en una época de poco tránsito en dicho puerto. Esta variación se basa principalmente en la disponibilidad de espacio disponible en ese momento en todos los buques de una naviera para una ruta determinada. Es interesante mencionar también que, cuando las navieras disponen de «demasiado» espacio disponible, factor que podría poner en riesgo los niveles de los fletes, pueden o suelen llevar a cabo una acción denominada blank sailing.
Precios combustible y divisa
Del mismo modo que tu cuenta bancaria nota los meses en los que aumenta el precio de llenar el depósito del coche, los costes de transporte marítimo también se ven influenciados por las fluctuaciones de los precios de los combustibles. De hecho, basta con pensar en las dimensiones de un buque de carga y las toneladas que transporta, para entender que la variación de un simple céntimo en el precio, se dejará notar considerablemente.
En lo relativo a las divisas, debemos tener en cuenta su fluctuación, pero también el cambio entre ellas. Es habitual que los transportes marítimos intervengan sobre países con distinta moneda, por lo que el cambio, devaluación o fortaleza de las divisas también se dejará notar sobre el precio final del flete marítimo.
Variaciones en los recargos del flete
Finalmente, para entender las variaciones en el coste del flete marítimo, debemos tener en cuenta las posibles variaciones de los conceptos y recargos que se le aplican. El Ocean Freight (flete básico aplicado de manera general), el BAF (recargo para ajustarse al precio del petróleo) u otros recargos como el EWS (sobrepeso de la mercancía) pueden también variar su coste e influir sobre el precio del transporte que nos toque pagar.
