Quedarse a trabajar más horas de las marcadas por el horario laboral puede ser visto como una falta de respeto dependiendo del territorio en el que nos encontremos. La importancia del contexto y la dimensión cultural es clave y bien lo saben los negociadores internacionales, que a menudo suelen echar mano de las dimensiones culturales de Hofstede para ahorrarse disgustos, caras coloradas y, sobre todo, la pérdida de negociaciones importantes.
Las dimensiones culturales de Hofstede
Geert Hofstede es un psicólogo holandés muy interesado por el contexto cultural y cómo puede influir en los proyectos laborales de dimensiones internacionales. Gracias a un estudio desarrollado a lo largo de más de 25 años en el seno de la compañía IBM (que cuenta con trabajadores de más de 50 nacionalidades), Hofstede logró enunciar un pequeño esquema que tiene en cuenta las dimensiones culturales y su importancia en cada territorio.
El esquema de Hofstede determina 5 criterios para tratar de determinar las dimensiones culturales. Cada uno de ellos cuenta con una valoración de 0 a 100 que determina la importancia del mismo en la cultura que estemos analizando.
Distancia del poder
Determina el grado de conformidad de los individuos/trabajadores a la desigualdad en la distribución del poder. En las sociedades en las que existe mayor distancia, los subordinados se sienten separados y con dificultad a la hora de interactuar con sus superiores. En España, esta dimensión obtuvo una puntuación de 57/100, lo que nos describe como una sociedad jerárquica en la que los ejecutivos frecuentemente son vistos como inaccesibles.
Individualismo vs Colectivismo
Según esta dimensión, los países colectivistas cuentan con estructuras sociales muy cercanas, en las que el individuo se identifica como miembro del grupo y espera que cuiden de él a cambio de lealtad. En cambio, la mentalidad individualista determina que el individuo únicamente se preocupe de sí mismo y de su familia inmediata.
Por regla general, los países desarrollados tienden a favorecer la dimensión individualista, mientras que en los países pobres sucede lo contrario. En el caso de España, la puntuación marcó un 51/100, lo que califica a nuestra mentalidad como colectivista en comparación con el resto de países europeos. Quizás eso del ‘carácter latino’ tenga algo que ver en esta dimensión cultural.
Masculinidad vs Feminidad
No hay que asociar esta dimensión a una explicación relativa al género, sino a los valores que se suelen asociar con los conceptos de masculinidad y feminidad. Según esto, la sociedad en la que se premie y busque ante todo ser el mejor, prevalecer frente al resto, será una sociedad en la que se potencia la masculinidad. Por el contrario, una sociedad en la que se busque establecer relaciones de valor y contar con socios que nos ayuden a lograr el éxito, será una sociedad que prime la feminidad.
Aversión al riesgo
En esta dimensión debemos analizar dos comportamientos. Por un lado, las reacciones hacia las que tiende una sociedad frente a la incertidumbre o las situaciones ambiguas. Esto nos permitirá establecer si existe una tendencia hacia lo estable o si, por el contrario, existe una preferencia por las situaciones nuevas o desconocidas. El otro parámetro a tener en cuenta será el grado de tolerancia hacia los posibles riesgos.
Actitud hacia el tiempo
La última dimensión, incorporada a posteriori en el 2010, valora la inclinación de una sociedad hacia la inmediatez o las decisiones a largo plazo. Aquí entra el juego el comportamiento de negociación y si se prima o no el interés de cultivar una relación extendida en el tiempo (cocinada a fuego lento) o simplemente se busca ir al grano desde el primer momento. Este segundo modelo es el más frecuente en las sociedades occidentales.
5 dimensiones culturales de Hofstede y la negociación internacional
Quedarse a trabajar más horas de las marcadas por el horario laboral puede ser visto como una falta de respeto dependiendo del territorio en el que nos encontremos. La importancia del contexto y la dimensión cultural es clave y bien lo saben los negociadores internacionales, que a menudo suelen echar mano de las dimensiones culturales de Hofstede para ahorrarse disgustos, caras coloradas y, sobre todo, la pérdida de negociaciones importantes.
Las dimensiones culturales de Hofstede
Geert Hofstede es un psicólogo holandés muy interesado por el contexto cultural y cómo puede influir en los proyectos laborales de dimensiones internacionales. Gracias a un estudio desarrollado a lo largo de más de 25 años en el seno de la compañía IBM (que cuenta con trabajadores de más de 50 nacionalidades), Hofstede logró enunciar un pequeño esquema que tiene en cuenta las dimensiones culturales y su importancia en cada territorio.
El esquema de Hofstede determina 5 criterios para tratar de determinar las dimensiones culturales. Cada uno de ellos cuenta con una valoración de 0 a 100 que determina la importancia del mismo en la cultura que estemos analizando.
Distancia del poder
Determina el grado de conformidad de los individuos/trabajadores a la desigualdad en la distribución del poder. En las sociedades en las que existe mayor distancia, los subordinados se sienten separados y con dificultad a la hora de interactuar con sus superiores. En España, esta dimensión obtuvo una puntuación de 57/100, lo que nos describe como una sociedad jerárquica en la que los ejecutivos frecuentemente son vistos como inaccesibles.
Individualismo vs Colectivismo
Según esta dimensión, los países colectivistas cuentan con estructuras sociales muy cercanas, en las que el individuo se identifica como miembro del grupo y espera que cuiden de él a cambio de lealtad. En cambio, la mentalidad individualista determina que el individuo únicamente se preocupe de sí mismo y de su familia inmediata.
Por regla general, los países desarrollados tienden a favorecer la dimensión individualista, mientras que en los países pobres sucede lo contrario. En el caso de España, la puntuación marcó un 51/100, lo que califica a nuestra mentalidad como colectivista en comparación con el resto de países europeos. Quizás eso del ‘carácter latino’ tenga algo que ver en esta dimensión cultural.
Masculinidad vs Feminidad
No hay que asociar esta dimensión a una explicación relativa al género, sino a los valores que se suelen asociar con los conceptos de masculinidad y feminidad. Según esto, la sociedad en la que se premie y busque ante todo ser el mejor, prevalecer frente al resto, será una sociedad en la que se potencia la masculinidad. Por el contrario, una sociedad en la que se busque establecer relaciones de valor y contar con socios que nos ayuden a lograr el éxito, será una sociedad que prime la feminidad.
Aversión al riesgo
En esta dimensión debemos analizar dos comportamientos. Por un lado, las reacciones hacia las que tiende una sociedad frente a la incertidumbre o las situaciones ambiguas. Esto nos permitirá establecer si existe una tendencia hacia lo estable o si, por el contrario, existe una preferencia por las situaciones nuevas o desconocidas. El otro parámetro a tener en cuenta será el grado de tolerancia hacia los posibles riesgos.
Actitud hacia el tiempo
La última dimensión, incorporada a posteriori en el 2010, valora la inclinación de una sociedad hacia la inmediatez o las decisiones a largo plazo. Aquí entra el juego el comportamiento de negociación y si se prima o no el interés de cultivar una relación extendida en el tiempo (cocinada a fuego lento) o simplemente se busca ir al grano desde el primer momento. Este segundo modelo es el más frecuente en las sociedades occidentales.