El impacto del coronavirus (COVID-19) al comercio internacional es evidente y repercute no solo en las empresas involucradas. Desde el ciudadano común, con un negocio pequeño, hasta los propios consumidores, todos se están viendo afectados por la epidemia de COVID-19.
COVID-19 y su impacto en la cadena de suministro global
Debido al rol de China, no solo como fabricante, sino también como exportador de productos. La cadena de suministro global se ha visto gravemente afectada por el COVID-19.
Empresas manufactureras de todo el mundo importan una gran variedad de productos desde China. Basta con decir que aproximadamente el 20% del comercio internacional de productos intermedios tiene su origen en China.
Las principales industrias, como la automotriz, farmacéutica, electrónica, equipos y suministros médicos, son las más afectadas. Y este es el resultado de que China hoy día sea el centro de producción mundial.
El país proporciona gran parte de los componentes y materias primas a todos los fabricantes a nivel mundial. Sin embargo, el brote de Coronavirus ha obligado al cierre de fábricas y la reducción del personal.
Como resultado, hay una escasez de piezas que los proveedores no pueden enviar a los fabricantes y empresas de todo el mundo.
¿Cuál es el impacto del coronavirus sobre la economía mundial?
Por su parte, el Índice de Gestores de Compras de fabricación global, experimentó un retroceso a su nivel más bajo no visto desde mayo del año anterior. Además, el nivel de retraso en la cadena de suministro, sólo es superado por el nivel observado en abril de 2011.
La producción y los tiempos de envío
Y es que no solamente se redujo la producción, sino también los nuevos pedidos. Esto ha provocada la peor caída en las exportaciones que no se veía desde hace diez años. Sin embargo, si se excluye a China de la ecuación, el PMI manufacturero a nivel global, solo ha retrocedido del 50.1 al 50.0.
Por su parte, la producción en la zona euro siguió cayendo, no obstante que ha sido la caída más pequeña que se ha tenido en los últimos nueve meses.
Es decir, en lugar de una reducción, lo que se tiene es un estancamiento. Además, la producción, así como los nuevos pedidos, solo se han visto reducidos ligeramente, si tampoco se toma en cuenta los datos de China.
Con relación a las demoras en los tiempos de envío, además de China, países como Estados Unidos, Taiwán, Australia, Países Bajos, y Francia, son los más afectados. Incluso países que inicialmente no presentaban estos problemas, ahora también presentan demoras en los plazos de entrega.
Esto supone que la producción podría experimentar una reducción significativa en el mes de marzo, siempre y cuando la cadena de suministro global no se restablezca.
El panorama en China
Obviamente el impacto del coronavirus al comercio internacional tiene su origen en China. En este país el sector manufacturero ha sido castigado severamente por el brote de COVID-19, en especial por las acciones tomadas para evitar su propagación.
Como consecuencia, los volúmenes de producción, así como las nuevas entradas de pedido sencillamente se vinieron abajo. A pesar de ello, las empresas en China prevén un escenario más estable en los próximos meses, en el que se presentará un repunte en la producción.
Gran parte de las fábricas y empresas comenzarán a reanudar sus operaciones, aunque no será lo mismo en otros países.
La cadena de suministro a largo plazo
Una emergencia tan grave como la del Coronavirus, ha creado una interrupción significativa en el suministro confiable de piezas y productos. Además, las cadenas de suministro no se pueden establecer de la noche a la mañana.
Se requiere de tiempo y esfuerzo para calificar a los potenciales proveedores para garantizar la calidad en la fabricación, capacidad, entrega y costos. En consecuencia, las cadenas de suministro están diseñadas para necesidades a largo plazo.
Y precisamente, esta pandemia ha recordado a los responsables de tomar decisiones corporativas, la necesidad de desarrollar nuevas estrategias de comercio en la cadena de suministros del futuro.
Se necesitarán infraestructuras y medios técnicos para crear transparencia dentro de la cadena de suministro global. Además, debe hacerse un llamado al desarrollo de modelos predictivos que tomen en cuenta este tipo de emergencias excepcionales.
Adicionalmente, este período de pandemia también presenta oportunidades de colaboración entre los gobiernos. Estados Unidos y China por ejemplo, podrían eliminar los aranceles para que el incremento de suministros y bienes puedan ser transportados a quienes combaten y mitigan la pandemia a nivel global.
¿Cómo afecta el COVID-19 al comercio internacional?
El impacto del coronavirus (COVID-19) al comercio internacional es evidente y repercute no solo en las empresas involucradas. Desde el ciudadano común, con un negocio pequeño, hasta los propios consumidores, todos se están viendo afectados por la epidemia de COVID-19.
De hecho, los expertos advierten que el COVID-19 tendrá efectos devastadores en la economía global. Incluso más intensos y diferentes a los que se presentarán durante la crisis financiera mundial de 2008 – 2009. Sin ir más lejos, hace unos meses os contábamos los posibles riesgos de una crisis en 2020. Pues bien, ya ha llegado.
COVID-19 y su impacto en la cadena de suministro global
Debido al rol de China, no solo como fabricante, sino también como exportador de productos. La cadena de suministro global se ha visto gravemente afectada por el COVID-19.
Empresas manufactureras de todo el mundo importan una gran variedad de productos desde China. Basta con decir que aproximadamente el 20% del comercio internacional de productos intermedios tiene su origen en China.
Las principales industrias, como la automotriz, farmacéutica, electrónica, equipos y suministros médicos, son las más afectadas. Y este es el resultado de que China hoy día sea el centro de producción mundial.
El país proporciona gran parte de los componentes y materias primas a todos los fabricantes a nivel mundial. Sin embargo, el brote de Coronavirus ha obligado al cierre de fábricas y la reducción del personal.
Como resultado, hay una escasez de piezas que los proveedores no pueden enviar a los fabricantes y empresas de todo el mundo.
¿Cuál es el impacto del coronavirus sobre la economía mundial?
En primer lugar, todas las organizaciones internacionales económicas, han reducido sus expectativas de crecimiento respecto a la economía mundial. De hecho, la OCDE prevé que el Producto Interno Bruto a nivel mundial en 2020 sea del 2.4%.
Por su parte, el Índice de Gestores de Compras de fabricación global, experimentó un retroceso a su nivel más bajo no visto desde mayo del año anterior. Además, el nivel de retraso en la cadena de suministro, sólo es superado por el nivel observado en abril de 2011.
La producción y los tiempos de envío
Y es que no solamente se redujo la producción, sino también los nuevos pedidos. Esto ha provocada la peor caída en las exportaciones que no se veía desde hace diez años. Sin embargo, si se excluye a China de la ecuación, el PMI manufacturero a nivel global, solo ha retrocedido del 50.1 al 50.0.
Por su parte, la producción en la zona euro siguió cayendo, no obstante que ha sido la caída más pequeña que se ha tenido en los últimos nueve meses.
Es decir, en lugar de una reducción, lo que se tiene es un estancamiento. Además, la producción, así como los nuevos pedidos, solo se han visto reducidos ligeramente, si tampoco se toma en cuenta los datos de China.
Con relación a las demoras en los tiempos de envío, además de China, países como Estados Unidos, Taiwán, Australia, Países Bajos, y Francia, son los más afectados. Incluso países que inicialmente no presentaban estos problemas, ahora también presentan demoras en los plazos de entrega.
Esto supone que la producción podría experimentar una reducción significativa en el mes de marzo, siempre y cuando la cadena de suministro global no se restablezca.
El panorama en China
Obviamente el impacto del coronavirus al comercio internacional tiene su origen en China. En este país el sector manufacturero ha sido castigado severamente por el brote de COVID-19, en especial por las acciones tomadas para evitar su propagación.
Como consecuencia, los volúmenes de producción, así como las nuevas entradas de pedido sencillamente se vinieron abajo. A pesar de ello, las empresas en China prevén un escenario más estable en los próximos meses, en el que se presentará un repunte en la producción.
Gran parte de las fábricas y empresas comenzarán a reanudar sus operaciones, aunque no será lo mismo en otros países.
La cadena de suministro a largo plazo
Una emergencia tan grave como la del Coronavirus, ha creado una interrupción significativa en el suministro confiable de piezas y productos. Además, las cadenas de suministro no se pueden establecer de la noche a la mañana.
Se requiere de tiempo y esfuerzo para calificar a los potenciales proveedores para garantizar la calidad en la fabricación, capacidad, entrega y costos. En consecuencia, las cadenas de suministro están diseñadas para necesidades a largo plazo.
Y precisamente, esta pandemia ha recordado a los responsables de tomar decisiones corporativas, la necesidad de desarrollar nuevas estrategias de comercio en la cadena de suministros del futuro.
Se necesitarán infraestructuras y medios técnicos para crear transparencia dentro de la cadena de suministro global. Además, debe hacerse un llamado al desarrollo de modelos predictivos que tomen en cuenta este tipo de emergencias excepcionales.
Adicionalmente, este período de pandemia también presenta oportunidades de colaboración entre los gobiernos. Estados Unidos y China por ejemplo, podrían eliminar los aranceles para que el incremento de suministros y bienes puedan ser transportados a quienes combaten y mitigan la pandemia a nivel global.