Ya sabemos que, en logística, la búsqueda de la eficiencia es una prioridad para todo el mundo. En ese camino, lograr arañar cualquier segundo perdido en la cadena puede significar mucho dinero ahorrado. Ese es justo el cometido del guante inteligente, una herramienta a medio camino entre la robotización y automatización de procesos, que cada día cuenta con más adeptos.
El guante inteligente, la alternativa más humana
Este guante inteligente ha sido creado por la compañía alemana ProGlove, cuyo cofundador, Manuel Bönisch, es la cara más visible y reconocible del proyecto. Si bien el guante puede parecer a simple vista idéntico a un modelo de guante profesional, la diferencia es notable, ya que incorpora un escáner en su zona superior para poder identificar los códigos de los productos que el portador del guante maneje.
De esta forma se introduce un nuevo método de trabajo en el que el operario es capaz de reducir hasta en 4 segundos (la mitad) el tiempo que se dedica a cada proceso de escaneado, reduciendo también la tasa de error en un 33%. Lo más llamativo de esta apuesta es que no se busca la incorporación de un automatismo a la cadena, sino que se dota al trabajador de una herramienta que le permite ser más eficiente.
Los responsables de ProGlove han sabido sacar pecho de esta característica y anuncian su guante inteligente como una solución de lo más humana. De hecho, a través de su discurso explican que no creen que una automatización completa de los procesos sea el futuro hacia el que avanzamos, sino que más bien debemos buscar un punto intermedio en el que las personas sigan siendo parte importante del proceso y la tecnología les ayude a desarrollar su función profesional de manera más eficiente.
Seat Martorell apuesta por el guante inteligente
Si observamos las cifras, podemos determinar que la incorporación de este guante inteligente al sector profesional va camino de convertirse en todo un éxito. Actualmente ya son más de 10.000 los puestos de trabajo que echan mano de este wearable, puestos de trabajo de compañías tan reconocidas como BMW, Volkswagen, Renault, Peugeot o Seat.
«Actualmente ya son más de 10.000 los puestos de trabajo que echan mano de este wearable»
Precisamente, en la planta que el fabricante español de coches tiene radicada en Martorell es donde más se ha dejado notar la presencia del guante inteligente. La creación de ProGlove se usa en la cadena de montaje de Seat para la incorporación de los airbags y allí logra reducir en 3,12 segundos el tiempo de instalación, que es lo mismo que decir que reduce a la mitad el tiempo necesario para efectuar el trabajo.
Pero la mejora no termina ahí, ya que como indica Manuel Bönisch, otra de las grandes ventajas de su guante es que se trata de un dispositivo poco invasivo. Al requerir una mínima modificación en la rutina del trabajador, no supone ningún trauma ni retrasa el tiempo de adaptación, de manera que cualquier operario es apto para incorporarlo y desde el primer momento se empiezan a notar sus resultados.
El futuro en la mano del guante inteligente
A la vista de todos estos datos, parece lógico pensar que la expansión del guante inteligente a otros sectores es solo cuestión de tiempo. Esto es lo que confirman los planes de futuro de la compañía responsable, pues si bien el guante ha dado sus primeros pasos en el terreno de la automoción, sus planes de futuro ya se enfocan hacia la conquista de los sectores del transporte y la alimentación.
Lo cierto es que cualquier empresa que cuente con un entramado logístico medianamente importante, querrá contar entre sus filas con un gadget que puede ahorrarle mucho tiempo y hacerle avanzar en eficiencia (un pack con un guante y dos escáneres cuesta actualmente 2.000€ a las empresas).
Y nosotros podríamos seguir hablando de las bondades de este avance y de cómo su adopción por las compañías parece ya casi un paso obligado más que una opción, pero seguramente baste con anunciar el nombre de las empresas que ya están llevando a cabo pruebas para la introducción del guante de ProGlove: Dia, Mercadona o El Corte Inglés.
El guante inteligente que revolucionará las cadenas de montaje mundiales
Ya sabemos que, en logística, la búsqueda de la eficiencia es una prioridad para todo el mundo. En ese camino, lograr arañar cualquier segundo perdido en la cadena puede significar mucho dinero ahorrado. Ese es justo el cometido del guante inteligente, una herramienta a medio camino entre la robotización y automatización de procesos, que cada día cuenta con más adeptos.
El guante inteligente, la alternativa más humana
Este guante inteligente ha sido creado por la compañía alemana ProGlove, cuyo cofundador, Manuel Bönisch, es la cara más visible y reconocible del proyecto. Si bien el guante puede parecer a simple vista idéntico a un modelo de guante profesional, la diferencia es notable, ya que incorpora un escáner en su zona superior para poder identificar los códigos de los productos que el portador del guante maneje.
De esta forma se introduce un nuevo método de trabajo en el que el operario es capaz de reducir hasta en 4 segundos (la mitad) el tiempo que se dedica a cada proceso de escaneado, reduciendo también la tasa de error en un 33%. Lo más llamativo de esta apuesta es que no se busca la incorporación de un automatismo a la cadena, sino que se dota al trabajador de una herramienta que le permite ser más eficiente.
Los responsables de ProGlove han sabido sacar pecho de esta característica y anuncian su guante inteligente como una solución de lo más humana. De hecho, a través de su discurso explican que no creen que una automatización completa de los procesos sea el futuro hacia el que avanzamos, sino que más bien debemos buscar un punto intermedio en el que las personas sigan siendo parte importante del proceso y la tecnología les ayude a desarrollar su función profesional de manera más eficiente.
Seat Martorell apuesta por el guante inteligente
Si observamos las cifras, podemos determinar que la incorporación de este guante inteligente al sector profesional va camino de convertirse en todo un éxito. Actualmente ya son más de 10.000 los puestos de trabajo que echan mano de este wearable, puestos de trabajo de compañías tan reconocidas como BMW, Volkswagen, Renault, Peugeot o Seat.
Precisamente, en la planta que el fabricante español de coches tiene radicada en Martorell es donde más se ha dejado notar la presencia del guante inteligente. La creación de ProGlove se usa en la cadena de montaje de Seat para la incorporación de los airbags y allí logra reducir en 3,12 segundos el tiempo de instalación, que es lo mismo que decir que reduce a la mitad el tiempo necesario para efectuar el trabajo.
Pero la mejora no termina ahí, ya que como indica Manuel Bönisch, otra de las grandes ventajas de su guante es que se trata de un dispositivo poco invasivo. Al requerir una mínima modificación en la rutina del trabajador, no supone ningún trauma ni retrasa el tiempo de adaptación, de manera que cualquier operario es apto para incorporarlo y desde el primer momento se empiezan a notar sus resultados.
El futuro en la mano del guante inteligente
A la vista de todos estos datos, parece lógico pensar que la expansión del guante inteligente a otros sectores es solo cuestión de tiempo. Esto es lo que confirman los planes de futuro de la compañía responsable, pues si bien el guante ha dado sus primeros pasos en el terreno de la automoción, sus planes de futuro ya se enfocan hacia la conquista de los sectores del transporte y la alimentación.
Lo cierto es que cualquier empresa que cuente con un entramado logístico medianamente importante, querrá contar entre sus filas con un gadget que puede ahorrarle mucho tiempo y hacerle avanzar en eficiencia (un pack con un guante y dos escáneres cuesta actualmente 2.000€ a las empresas).
Y nosotros podríamos seguir hablando de las bondades de este avance y de cómo su adopción por las compañías parece ya casi un paso obligado más que una opción, pero seguramente baste con anunciar el nombre de las empresas que ya están llevando a cabo pruebas para la introducción del guante de ProGlove: Dia, Mercadona o El Corte Inglés.