Cualquier empresa que haga sus deberes y pretenda estar al día en el mercado global actual sabe que la internacionalización es una tarea pendiente. Sin embargo, la internacionalización hoy es diferente a como lo era hace unos años y, probablemente, será aún muy diferente a como será dentro de 5 o 10 años. La principal ‘culpable’ de esto es la transformación digital del sector, una característica también crucial a la que debemos consagrar la misma atención y detalle.
El cambio de modelo con la transformación digital
Que vivimos en la era digital no es una circunstancia que vaya a pillar por sorpresa a nadie. No obstante, uno de los principales inconvenientes de las empresas actuales es que sus trabajadores no son del todo conscientes de los cambios que se han producido ligados a la transformación digital. Si antiguamente afrontar un proceso de internacionalización requería de tiempo y muchas horas de dedicación y gestiones fuera de la oficina, los gadgets actuales han simplificado todo el proceso.
Ahora no se trata solo de que podamos llevarnos la oficina ‘a cuestas’ a bordo de nuestra tablet u ordenador portátil, sino que también podemos simplificar el proceso. Los dispositivos tecnológicos actuales permiten que la firma de un contrato se pueda hacer en cualquier lugar del mundo, ahorrando tiempo e incluso ahorrando también costes, pues no necesitamos imprimir copias de contratos o acuerdos en papel.
A cada empresa le corresponde también la labor de saber escuchar, atraer y, sobre todo, fidelizar a sus potenciales clientes digitales.
Estas situaciones que mencionamos suponen solo un ejemplo de los casos que podremos encontrar de la mano de la transformación digital. Pero si bien cualquier empresa puede encontrar beneficios de la mano de la adopción de las nuevas tecnologías y los cambios presentes, también hay que reconocer que todos los clientes digitales no siguen el mismo patrón. A cada empresa le corresponde también la labor de saber escuchar, atraer y, sobre todo, fidelizar a sus potenciales clientes digitales.
Transformación digital: conoce a tus clientes
Conocer a nuestros clientes será fundamental tanto para cautivarles como para mantenerles fieles a nuestra empresa. En este sentido tenemos que tener dos cosas muy claras: En primer lugar, que la zona geográfica marca el tipo de cliente al que nos podemos enfrentar. Las necesidades, deseos y oferta disponible con los que cuenta un potencial cliente serán muy diferentes si hablamos de España o si hablamos de Corea del Sur, por poner un ejemplo.
En dicho supuesto, no solo debemos valorar las diferencias culturales y sociales, sino también la existencia de un diferente mercado de competidores, por lo que tendremos que saber adaptar nuestro mensaje y oferta al contexto deseado. La segunda característica que tenemos que tener marcada a fuego es la volatilidad de la situación analizada. La transformación digital conlleva también un acceso a la información inmediato por parte del potencial cliente, lo que también posibilita que rápidamente se produzca un vuelco en la tortilla.
Estar alerta será tu mejor baza para poder jugar las cartas de fidelización y de contraoferta, por supuesto.
Si nuestra empresa se encuentra establecida en una zona geográfica y, de un día para otro, nuestra competencia decide jugar fuerte, nuestros clientes van a ser los primeros en enterarse. Estar alerta será tu mejor baza para poder jugar las cartas de fidelización y de contraoferta, por supuesto.
Negocios B2B y clientes
En las charlas y estudios centrados en analizar la transformación digital y sus consecuencias, la tendencia general parece ir dirigida a poner el foco de atención en el cliente consumidor. Evidentemente este tipo de clientes son cruciales para cualquier compañía, pero tampoco debemos olvidar nuestras relaciones con los compradores-empresas. Si tanto nosotros como nuestros consumidores evolucionamos y nos adaptamos a los nuevos tiempos, las empresas intermedias también lo hacen.
Tampoco es que debamos llevar a cabo ningún comportamiento diferente con nuestros compradores-empresas, sino más bien tenerlos en cuenta como lo hacemos con nuestros clientes de a pie. Ellos también van a interesarse por qué le ofrecen en la competencia o cual es la reputación de nuestro producto final. Así que si somos capaces de fidelizarles y presentarnos ante ellos como lo hacemos con nuestros consumidores, tendremos mucho terreno ganado.
Efectos de la transformación digital y la innovación en la internacionalización empresarial
Cualquier empresa que haga sus deberes y pretenda estar al día en el mercado global actual sabe que la internacionalización es una tarea pendiente. Sin embargo, la internacionalización hoy es diferente a como lo era hace unos años y, probablemente, será aún muy diferente a como será dentro de 5 o 10 años. La principal ‘culpable’ de esto es la transformación digital del sector, una característica también crucial a la que debemos consagrar la misma atención y detalle.
El cambio de modelo con la transformación digital
Que vivimos en la era digital no es una circunstancia que vaya a pillar por sorpresa a nadie. No obstante, uno de los principales inconvenientes de las empresas actuales es que sus trabajadores no son del todo conscientes de los cambios que se han producido ligados a la transformación digital. Si antiguamente afrontar un proceso de internacionalización requería de tiempo y muchas horas de dedicación y gestiones fuera de la oficina, los gadgets actuales han simplificado todo el proceso.
Ahora no se trata solo de que podamos llevarnos la oficina ‘a cuestas’ a bordo de nuestra tablet u ordenador portátil, sino que también podemos simplificar el proceso. Los dispositivos tecnológicos actuales permiten que la firma de un contrato se pueda hacer en cualquier lugar del mundo, ahorrando tiempo e incluso ahorrando también costes, pues no necesitamos imprimir copias de contratos o acuerdos en papel.
Estas situaciones que mencionamos suponen solo un ejemplo de los casos que podremos encontrar de la mano de la transformación digital. Pero si bien cualquier empresa puede encontrar beneficios de la mano de la adopción de las nuevas tecnologías y los cambios presentes, también hay que reconocer que todos los clientes digitales no siguen el mismo patrón. A cada empresa le corresponde también la labor de saber escuchar, atraer y, sobre todo, fidelizar a sus potenciales clientes digitales.
Transformación digital: conoce a tus clientes
Conocer a nuestros clientes será fundamental tanto para cautivarles como para mantenerles fieles a nuestra empresa. En este sentido tenemos que tener dos cosas muy claras: En primer lugar, que la zona geográfica marca el tipo de cliente al que nos podemos enfrentar. Las necesidades, deseos y oferta disponible con los que cuenta un potencial cliente serán muy diferentes si hablamos de España o si hablamos de Corea del Sur, por poner un ejemplo.
En dicho supuesto, no solo debemos valorar las diferencias culturales y sociales, sino también la existencia de un diferente mercado de competidores, por lo que tendremos que saber adaptar nuestro mensaje y oferta al contexto deseado. La segunda característica que tenemos que tener marcada a fuego es la volatilidad de la situación analizada. La transformación digital conlleva también un acceso a la información inmediato por parte del potencial cliente, lo que también posibilita que rápidamente se produzca un vuelco en la tortilla.
Si nuestra empresa se encuentra establecida en una zona geográfica y, de un día para otro, nuestra competencia decide jugar fuerte, nuestros clientes van a ser los primeros en enterarse. Estar alerta será tu mejor baza para poder jugar las cartas de fidelización y de contraoferta, por supuesto.
Negocios B2B y clientes
En las charlas y estudios centrados en analizar la transformación digital y sus consecuencias, la tendencia general parece ir dirigida a poner el foco de atención en el cliente consumidor. Evidentemente este tipo de clientes son cruciales para cualquier compañía, pero tampoco debemos olvidar nuestras relaciones con los compradores-empresas. Si tanto nosotros como nuestros consumidores evolucionamos y nos adaptamos a los nuevos tiempos, las empresas intermedias también lo hacen.
Tampoco es que debamos llevar a cabo ningún comportamiento diferente con nuestros compradores-empresas, sino más bien tenerlos en cuenta como lo hacemos con nuestros clientes de a pie. Ellos también van a interesarse por qué le ofrecen en la competencia o cual es la reputación de nuestro producto final. Así que si somos capaces de fidelizarles y presentarnos ante ellos como lo hacemos con nuestros consumidores, tendremos mucho terreno ganado.