Hablar de las Islas Canarias suele ser sinónimo de hablar de paisajes diferentes, un clima perfecto para las vacaciones y hasta de ritmo de vida propio, incluso para el transporte de mercancías.No en vano, algo de culpa en todo ese carácter exótico la tendrán los más de 1.700 kilómetros que separan el archipiélago de la Península Ibérica. Una distancia que justifica la bonificación en los billetes de avión para sus residentes y que otorga carácter de reto a los procesos encuadrados en el terreno de la logística en lo que respecta al transporte de mercancías.
Transporte de mercancías bien diferente
Efectivamente, la distancia que separa al archipiélago de la península tiene consecuencias, siendo la más notoria la relativa a las importaciones y exportaciones. A efectos legales, la entrada de cualquier mercancía no proveniente de las islas del archipiélago es considerada como una importación y lo mismo sucede si observamos el proceso en el sentido contrario (exportaciones).
Esta situación se traduce en un añadido de tiempo, pues en los procesos de importación/exportación entran en juego las aduanas, pero también en un añadido de dificultad en lo relativo al tema económico. De ahí que, de cara al cliente, sea frecuente encontrar una diferencia en los costes de envío cuando realizamos el pedido de un producto para Canarias.
Exportación de productos
Más allá de la situación particular que pueda crear la necesidad de un agente de aduanas (gestión del DUA) en el proceso, las exportaciones desde Canarias son numerosas. El crudo podría ser uno de los productos principales de las islas, puesto que desde la refinería petrolera de Santa Cruz de Tenerife se exporta a numerosos países del Atlántico.
El otro punto fuerte en el terreno de las exportaciones lo encontramos en el sector alimentario. El conocido plátano de Canarias cuenta con un amplio mercado exterior, pero también el tomate, el pepino y varios tipos de hortalizas conforman un fuerte mercado de exportaciones para las Islas Canarias.
Importación de productos
Y si las Islas Canarias exportan una buena cantidad de producto, también se calcula que mediante el transporte de mercancías importan entre el 80 y el 90% de los alimentos que consumen en el archipiélago. Las empresas que venden a Canarias desde la península no pueden aplicar el IVA. En líneas generales el tratamiento debe ser el mismo que si se vendiera fuera de la Unión Europea, teniendo también en cuenta los impuestos propios de las islas. Es decir:
- La empresa exportadora tendrá que deducir el IVA en la oportuna declaración.
- Se deberá cumplimentar un DUA de exportación (siempre que el envío sea superior a 150 euros).
- Al llegar a la aduana en Canarias, deberá rellenarse un DUA de importación y liquidar el IGIC (Impuesto General Indirecto Canario).
El IGIC es el equivalente al IVA en Canarias, aunque su porcentaje es menor que el aplicado por el IVA en la península al transporte de mercancías.En este caso también entra en juego el Arbitrio sobre Importaciones y Entregas de Mercancías en las Islas Canarias (AIEM), un impuesto pagado por las empresas radicadas en las islas y que supone una contribución al desarrollo de la producción de bienes en el archipiélago.
