En la actualidad una de las alternativas a la hora de internacionalizar un negocio es a través de franquicias. De hecho, el modelo de internacionalización de franquicias es tan popular que desde 2018, 334 franquicias españolas operan ya en el extranjero.
Por lo tanto, el formato de franquicia es también adecuado cuando se piensa en expandir un negocio a mercados internacionales.
Aspectos a considerar sobre las franquicias internacionales
Pensar en una franquicia internacional requiere, en primera instancia, valorar la forma en la que se llevará a cabo esa expansión al exterior. Las empresas pueden optar por hacerlo directamente a través de franquiciados en mercados internacionales o mediante un partner que permita enfocar los esfuerzos en un mercado específico.
En esta etapa del proyecto es fundamental comprender cuáles deben ser las estrategias a implementar para garantizar el éxito de la franquicia a nivel internacional. Por supuesto la decisión de expandirse a otros mercados debe basarse en un modelo de negocio consolidado y exitoso a nivel local.
Escoger el mejor momento para internacionalizarse
El éxito de una franquicia en el extranjero depende en gran medida de elegir el mejor momento para internacionalizarse. Hay que entender que los mercados exteriores demandan la inversión de muchos recursos y presentan condiciones cambiantes que no se pueden pasar por alto.
Por otra parte, la internacionalización de la franquicia exige un grado de especialización que no siempre se tiene al momento de considerar la expansión al extranjero. No hay que olvidar que los inversores ven con buenos ojos que el modelo de negocio esté enfocado en un segmento específico del mercado.
Si se decide poner en marcha una franquicia internacional sin contar con una operación consolidada a nivel nacional, es probable que se termine fracasando en el intento
Adaptación y conocimiento del mercado
Asimismo, la internacionalización de franquicias requiere tener un nivel de adaptación adecuado y conocimiento del mercado objetivo. No solo eso, es fundamental conocer el comportamiento del consumidor, así como un entendimiento del franquiciado.
Todos estos datos son fundamentales para determinar la forma en la que se debe adaptar la internacionalización de franquicias.
Además, para consolidar una franquicia internacional no basta con exportar los productos o servicios y comercializarlos bajo una marca común. Se precisa la existencia de una operativa común, junto con una serie de elementos que se relacionan con el punto central de la franquicia y el franquiciado.
Figuras que intervienen en la internacionalización de franquicias
Si bien lo más habitual en las franquicias internacionales es el uso de un «máster franquicia», también se puede recurrir al área developer. En el primer caso es posible subfranquiciar y disponer de un territorio más amplio para vender los productos.
Está figura actuará como franquiciado en el mercado objetivo, por lo que deberá tener todos los conocimientos estratégicos, operativos y de procedimiento que tiene la franquicia.
El objetivo de esto será el de crear una red de franquicias en dicho mercado internacional.
También existe la opción de acceder a mercados exteriores mediante la apertura de filiales. En este caso se requiere del apoyo de la figura de una joint venture o también estableciendo franquicias propias.
En el caso de que se trate de sistemas de gestión, entonces es necesario recurrir a la figura del franquiciado. Esto significa que no solo se tendrá que firmar un máster o incluso varios máster regionales, sino que además también será necesario utilizar las franquicias individuales.
En otras palabras, será necesaria la apertura de dos franquicias directamente, aunque no parece ser el modelo de negocio más recomendable.
Por lo tanto, al pensar en una franquicia internacional es indispensable tener en cuenta el cómo, el cuándo y el dónde para expandir las operaciones comerciales con los mejores resultados.
