Algo tendrán las técnicas y disciplinas orientales que suelen cautivar la atención de cualquier occidental. Evidentemente algo habría detrás del famoso ‘dar cera, pulir cera’ del maestro Miyagi, igual que algo habrá detrás del método Kaizen que ya lleva una buena temporada conquistando a varios expertos en logística.
El método Kaizen
De origen japonés, el nombre de este método se obtiene a partir de la fusión de las palabras kai (cambio) y zen (bueno). Atendiendo a dichos significados, fácilmente damos con la filosofía de los beneficios del cambio. Pero ojo, la propuesta del Kaizen no consiste en la incorporación de cambios sin ton ni son y de manera indiscriminada.
Aquí se trata de hacer una reflexión sosegada que nos permita implementar cambios que se traduzcan en mejoras. Dicho de otro modo, el Kaizen se asienta sobre la base de que siempre es posible hacer mejor las cosas, así que nuestros esfuerzos deben estar orientados a identificar e incorporar los cambios que puedan lograr esa mejora.
Aplicar el método Kaizen a la Logística
El método Kaizen puede ser implementado en todos los ámbitos de la vida, pero especialmente puede llegar a ser provechoso en el mundo de la empresa y la logística. ¿Por qué? Pues porque hablamos de un sector donde la organización es el pan nuestro de cada día.
Optimizar el tiempo
El tiempo consta de un valor estructural en la filosofía Kaizen. En palabras de muchos, es el único recurso que nunca se puede recuperar, por lo que es también el recurso que más deberíamos valorar y mimar. Sin embargo, cuentan los expertos que el tiempo es una de las cosas que más se suele desperdiciar en la vida profesional, ya sea a través de reuniones infructuosas o de tiempos de espera para poder continuar con un proceso.
Hablar de tiempo en el mundo de la logística es frecuentemente sinónimo de hablar de dinero. Un pequeño retraso en la aduana puede traducirse en 1 día de retraso en la entrega final. Del mismo modo, la realización de trámites obligatorios en algún territorio puede tirar por tierra el trabajo desarrollado durante meses.
Bajo la óptica Kaizen, aquí no se trata de dar con una solución global que logre que todos nuestros envíos lleguen ipso facto a destino y con solo chasquear los dedos. Más bien la idea aquí puede ser tan simple como querer ser conscientes del proceso en sí y sus dificultades. Aceptarlas nos llevará a proponer pequeños cambios, que a su vez podrán lograr mínimas mejoras y, de manera progresiva, derivar en una notoria reducción de los tiempos.
La evaluación continua
El tiempo es crucial, pero no es el único recurso que afecta al buen funcionamiento de la logística. Tenemos otros factores, como pueden ser la cadena de suministro o los clientes, que también forman parte del funcionamiento de nuestra empresa o negocio.
La aplicación del método Kaizen a la logística propone que te preguntes de manera constante cómo funcionan los componentes de la cadena logística, que los evalúes. No se trata ahora de encontrar fallos, sino más bien de dar con cambios que puedan mejorar la eficiencia del proceso. Muchas veces serán las opiniones de los clientes las que te pongan en bandeja esos cambios, otras el contacto con los trabajadores o una simple comparación con el método de trabajo empleado por la competencia.
Espacio ordenado, espacio productivo
A los fans de la decoración zen esto les sonará mucho, pero contar con un espacio de trabajo ordenado puede suponer un cambio brutal en el rendimiento de la persona. El orden en una oficina puede ser sinónimo de limpieza, de contar con una organización de los elementos de trabajo, … pero en la logística existen muchos puestos cuya labor no se desempeña en una oficina.
En este segundo supuesto el orden también debe imperar, quizás no puedas ordenar tu espacio de trabajo, pero sí puedes instaurar unas rutinas o procedimientos en tu manera de actuar o desempeñar tus funciones. Implementarlas te hará ganar en productividad.
Qué es el método Kaizen y cómo aplicarlo a una empresa logística
Algo tendrán las técnicas y disciplinas orientales que suelen cautivar la atención de cualquier occidental. Evidentemente algo habría detrás del famoso ‘dar cera, pulir cera’ del maestro Miyagi, igual que algo habrá detrás del método Kaizen que ya lleva una buena temporada conquistando a varios expertos en logística.
El método Kaizen
De origen japonés, el nombre de este método se obtiene a partir de la fusión de las palabras kai (cambio) y zen (bueno). Atendiendo a dichos significados, fácilmente damos con la filosofía de los beneficios del cambio. Pero ojo, la propuesta del Kaizen no consiste en la incorporación de cambios sin ton ni son y de manera indiscriminada.
Aquí se trata de hacer una reflexión sosegada que nos permita implementar cambios que se traduzcan en mejoras. Dicho de otro modo, el Kaizen se asienta sobre la base de que siempre es posible hacer mejor las cosas, así que nuestros esfuerzos deben estar orientados a identificar e incorporar los cambios que puedan lograr esa mejora.
Aplicar el método Kaizen a la Logística
El método Kaizen puede ser implementado en todos los ámbitos de la vida, pero especialmente puede llegar a ser provechoso en el mundo de la empresa y la logística. ¿Por qué? Pues porque hablamos de un sector donde la organización es el pan nuestro de cada día.
Optimizar el tiempo
El tiempo consta de un valor estructural en la filosofía Kaizen. En palabras de muchos, es el único recurso que nunca se puede recuperar, por lo que es también el recurso que más deberíamos valorar y mimar. Sin embargo, cuentan los expertos que el tiempo es una de las cosas que más se suele desperdiciar en la vida profesional, ya sea a través de reuniones infructuosas o de tiempos de espera para poder continuar con un proceso.
Hablar de tiempo en el mundo de la logística es frecuentemente sinónimo de hablar de dinero. Un pequeño retraso en la aduana puede traducirse en 1 día de retraso en la entrega final. Del mismo modo, la realización de trámites obligatorios en algún territorio puede tirar por tierra el trabajo desarrollado durante meses.
Bajo la óptica Kaizen, aquí no se trata de dar con una solución global que logre que todos nuestros envíos lleguen ipso facto a destino y con solo chasquear los dedos. Más bien la idea aquí puede ser tan simple como querer ser conscientes del proceso en sí y sus dificultades. Aceptarlas nos llevará a proponer pequeños cambios, que a su vez podrán lograr mínimas mejoras y, de manera progresiva, derivar en una notoria reducción de los tiempos.
La evaluación continua
El tiempo es crucial, pero no es el único recurso que afecta al buen funcionamiento de la logística. Tenemos otros factores, como pueden ser la cadena de suministro o los clientes, que también forman parte del funcionamiento de nuestra empresa o negocio.
La aplicación del método Kaizen a la logística propone que te preguntes de manera constante cómo funcionan los componentes de la cadena logística, que los evalúes. No se trata ahora de encontrar fallos, sino más bien de dar con cambios que puedan mejorar la eficiencia del proceso. Muchas veces serán las opiniones de los clientes las que te pongan en bandeja esos cambios, otras el contacto con los trabajadores o una simple comparación con el método de trabajo empleado por la competencia.
Espacio ordenado, espacio productivo
A los fans de la decoración zen esto les sonará mucho, pero contar con un espacio de trabajo ordenado puede suponer un cambio brutal en el rendimiento de la persona. El orden en una oficina puede ser sinónimo de limpieza, de contar con una organización de los elementos de trabajo, … pero en la logística existen muchos puestos cuya labor no se desempeña en una oficina.
En este segundo supuesto el orden también debe imperar, quizás no puedas ordenar tu espacio de trabajo, pero sí puedes instaurar unas rutinas o procedimientos en tu manera de actuar o desempeñar tus funciones. Implementarlas te hará ganar en productividad.