El calentamiento global es una mala noticia para todos, de eso no hay discusión. Sin embargo, ante una mala situación siempre hay dos opciones a tomar: quedarse a lamentarlo o seguir adelante y buscar alternativas. Esta segunda idea es la que parece regir en el mundo del comercio internacional, que ha decidido ver el lado positivo de la mala situación climática y apostar por una nueva ruta marítima como es la ruta ártica.
La gran alternativa a las rutas marítimas tradicionales
La ruta ártica no es otra cosa que una ruta alternativa para los barcos que actualmente navegan a través del canal de Suez. Por norma general, este trayecto es la única vía marítima disponible, lo que también ha llevado a que la congestión de transporte sea cada vez más alta. Aprovechando el deshielo que se produce a causa del calentamiento global, los expertos en logística pensaron en la ruta marítima ártica.
Esa nueva ruta propone que el cargamento se desplace a través de la ruta Noreste del mar Ártico, algo que no se podría realizar de manera constante durante todo el año, pero que sí podría resultar viable durante una importante ventana de tiempo. De hecho, en septiembre de 2018 el carguero Venta Maersk logró ser el primero en completar la ruta, dejando patentes las ventajas e inconvenientes que tendría apostar por el nuevo camino.
Ventajas de la ruta marítima ártica
La primera ventaja derivada de esta nueva apuesta sería la descongestión de las rutas marítimas. Esto es algo que el sector lleva tiempo reclamando, puesto que la logística internacional es un mercado en auge y requiere cada día de la posibilidad de movilizar un mayor volumen de carga. Al mismo tiempo, la ruta Noreste del mar Ártico es un 40% menor en distancia, lo que repercutiría en ahorro de combustible y ahorro de tiempo de transporte.
La seguridad también se vería beneficiada, ya que los piratas que actualmente causan problemas en el mar Rojo, no están presentes en esta nueva ruta ártica. Finalmente, también se debe valorar el auge que están experimentando territorios como Rusia y China, cuya relevancia será crucial en el futuro de cara a las rutas marítimas.
Los puntos negativos de la ruta marítima ártica
Pero por muy maravillosa y novedosa que pueda parecer para algunos esta nueva ruta alternativa, también conlleva algunos inconvenientes y escollos a solventar. Si antes mencionábamos un ahorro de costes propiciado por un trayecto más corto, ahora tenemos que tener en cuenta la necesidad de contar con un rompehielos para asegurar la viabilidad, lo que encarece el trayecto.
De hecho, a día de hoy la incertidumbre podría resumir los contras de esta nueva ruta marítima. Las temperaturas en estas latitudes pueden situarse fácilmente en -30°, situación que exige contar con tripulaciones experimentadas y con seguros más costosos que respondan ante los posibles imprevistos. También se debe tener en cuenta que en la zona geográfica por la que transcurre la ruta ártica, las infraestructuras son inexistentes o anticuadas, lo que exigiría una actuación o adecuación previa al uso continuado de esta vía de transporte.
Los inconvenientes no son pocos, pero la buena noticia es que, si el sector decide apostar por la ruta ártica, el coste de mejorar infraestructuras y contar con seguros puede resultar más o menos asequible. Por otra parte, el ritmo que sigue el cambio climático parece ir a favor de esta propuesta, algo que sinceramente nos deja un sabor agridulce.
Control de rutas marítimas
Mientras se decide si la ruta marítima ártica resulta viable o no y se instaura como una opción de futuro, las empresas de logística tendrán que conformarse con las rutas marítimas existentes y seguir trabajando en su optimización para reducir el problema de la congestión. Actualmente la tecnología nos ofrece interesantes avances y control en tiempo real del tráfico marítimo para tratar de buscar la mayor eficiencia en nuestros transportes.
Quizás, una de las aplicaciones más usadas por las empresas del sector sea MarineTraffic, una aplicación destinada al control en tiempo real del transporte marítimo. Gracias a ella, las compañías pueden estudiar las mejores condiciones para una ruta de transporte, conocer si ha habido algún problema con un cargamento o simplemente comprobar en tiempo real que todo el trabajo se está llevando a cabo según lo planeado.
Ruta marítima ártica: sigue sin resultar rentable
El calentamiento global es una mala noticia para todos, de eso no hay discusión. Sin embargo, ante una mala situación siempre hay dos opciones a tomar: quedarse a lamentarlo o seguir adelante y buscar alternativas. Esta segunda idea es la que parece regir en el mundo del comercio internacional, que ha decidido ver el lado positivo de la mala situación climática y apostar por una nueva ruta marítima como es la ruta ártica.
La gran alternativa a las rutas marítimas tradicionales
La ruta ártica no es otra cosa que una ruta alternativa para los barcos que actualmente navegan a través del canal de Suez. Por norma general, este trayecto es la única vía marítima disponible, lo que también ha llevado a que la congestión de transporte sea cada vez más alta. Aprovechando el deshielo que se produce a causa del calentamiento global, los expertos en logística pensaron en la ruta marítima ártica.
Esa nueva ruta propone que el cargamento se desplace a través de la ruta Noreste del mar Ártico, algo que no se podría realizar de manera constante durante todo el año, pero que sí podría resultar viable durante una importante ventana de tiempo. De hecho, en septiembre de 2018 el carguero Venta Maersk logró ser el primero en completar la ruta, dejando patentes las ventajas e inconvenientes que tendría apostar por el nuevo camino.
Ventajas de la ruta marítima ártica
La primera ventaja derivada de esta nueva apuesta sería la descongestión de las rutas marítimas. Esto es algo que el sector lleva tiempo reclamando, puesto que la logística internacional es un mercado en auge y requiere cada día de la posibilidad de movilizar un mayor volumen de carga. Al mismo tiempo, la ruta Noreste del mar Ártico es un 40% menor en distancia, lo que repercutiría en ahorro de combustible y ahorro de tiempo de transporte.
La seguridad también se vería beneficiada, ya que los piratas que actualmente causan problemas en el mar Rojo, no están presentes en esta nueva ruta ártica. Finalmente, también se debe valorar el auge que están experimentando territorios como Rusia y China, cuya relevancia será crucial en el futuro de cara a las rutas marítimas.
Los puntos negativos de la ruta marítima ártica
Pero por muy maravillosa y novedosa que pueda parecer para algunos esta nueva ruta alternativa, también conlleva algunos inconvenientes y escollos a solventar. Si antes mencionábamos un ahorro de costes propiciado por un trayecto más corto, ahora tenemos que tener en cuenta la necesidad de contar con un rompehielos para asegurar la viabilidad, lo que encarece el trayecto.
De hecho, a día de hoy la incertidumbre podría resumir los contras de esta nueva ruta marítima. Las temperaturas en estas latitudes pueden situarse fácilmente en -30°, situación que exige contar con tripulaciones experimentadas y con seguros más costosos que respondan ante los posibles imprevistos. También se debe tener en cuenta que en la zona geográfica por la que transcurre la ruta ártica, las infraestructuras son inexistentes o anticuadas, lo que exigiría una actuación o adecuación previa al uso continuado de esta vía de transporte.
Los inconvenientes no son pocos, pero la buena noticia es que, si el sector decide apostar por la ruta ártica, el coste de mejorar infraestructuras y contar con seguros puede resultar más o menos asequible. Por otra parte, el ritmo que sigue el cambio climático parece ir a favor de esta propuesta, algo que sinceramente nos deja un sabor agridulce.
Control de rutas marítimas
Mientras se decide si la ruta marítima ártica resulta viable o no y se instaura como una opción de futuro, las empresas de logística tendrán que conformarse con las rutas marítimas existentes y seguir trabajando en su optimización para reducir el problema de la congestión. Actualmente la tecnología nos ofrece interesantes avances y control en tiempo real del tráfico marítimo para tratar de buscar la mayor eficiencia en nuestros transportes.
Quizás, una de las aplicaciones más usadas por las empresas del sector sea MarineTraffic, una aplicación destinada al control en tiempo real del transporte marítimo. Gracias a ella, las compañías pueden estudiar las mejores condiciones para una ruta de transporte, conocer si ha habido algún problema con un cargamento o simplemente comprobar en tiempo real que todo el trabajo se está llevando a cabo según lo planeado.