Para hablar de las ventajas y desventajas del comercio internacional, es importante entender que la impulsividad del ser humano, es un rasgo que nos viene dado por naturaleza. Es algo que debemos aceptar para lograr el control sobre nuestras acciones. En el mundo empresarial encontramos bastante frecuentemente esa idea o necesidad de tener que actuar rápido para lograr el éxito.
Cada quien decidirá su estrategia comercial, pero que algo esté en auge no es sinónimo de que tengas que apostar por ello. Y que sea un sector al alza no significa, ni mucho menos, que podamos obviar las ventajas y desventajas del comercio internacional.
La clave del éxito en la internacionalización, en saber anticipar las ventajas y desventajas del comercio internacional.
Y es que entre los errores frecuentes que se producen al internacionalizar una empresa, encontramos el hecho de subestimar el proceso en sí. No, no estamos ante un camino de rosas que solo conlleva buenas noticias y buenos dividendos para quienes apuesten por él, sino más bien ante una decisión estratégica de marketing que puede hacer crecer mucho a nuestra empresa o terminar propiciándole un golpe mortal.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del comercio internacional?
Si nos ponemos prácticos, conocer las ventajas y desventajas del comercio internacional es «fácil», al final no es más que otra estrategia de mercado.
¿Elevar nuestra empresa a un escaparate de mayores dimensiones? Puede ser una forma de verlo, pero no debemos olvidar que una mayor exposición también conlleva mayor riesgo y mayores costes.
Es ahí donde radica la clave del éxito en la internacionalización, en saber anticipar las ventajas y desventajas del comercio internacional.
Ventajas del comercio internacional
Mejora nuestra competitividad
Apostar por el comercio internacional agranda los límites de nuestro mercado. Una de las posibilidades aparejadas a esta circunstancia es el hecho de que podremos contar con proveedores y suministradores que ofrezcan precios más competitivos que los que encontramos en nuestro mercado local.
Generador de empleo
Si fijamos el punto de vista en las empresas extranjeras con las que tendremos que colaborar para llevar a cabo nuestra estrategia de internacionalización, podemos pensar que nuestra colaboración provocará un aumento del volumen de trabajo para dichas empresas y, por tanto, un teórico aumento del empleo que oferten.
Atracción de nuevos inversores
Si anteriormente hemos mencionado que el comercio internacional supone contar con un mayor escaparate, tenemos que entender también que ese gran escaparate puede atraer nuevos inversores. Sobre todo si, al echar mano de nuevos acuerdos internacionales, mejoramos nuestra competitividad y aumentamos el valor de nuestro producto.
Mayor eficiencia, mayores beneficios
Si conseguimos ejecutar de una manera provechosa los tres puntos anteriores parece inevitable que vamos a mejorar la competitividad de nuestra compañía y, por ende, van a aumentar los beneficios.
Ampliación del mercado
Una de las principales ventajas del comercio exterior es que permite a las empresas ampliar su mercado, tanto a nivel nacional como internacional. Las empresas pueden exportar sus productos a otros países y, por lo tanto, aumentar su base de clientes potenciales.
Aprovechamiento de las ventajas comparativas
El comercio internacional también permite a los países aprovechar sus ventajas comparativas. Esto significa que un país puede exportar los productos que produce de manera más eficiente y a menor costo que otros países. De esta manera, el país puede especializarse en la producción de esos productos y aumentar su competitividad.
Mayor eficiencia
El comercio exterior también puede mejorar la eficiencia de la economía en general. Las empresas pueden obtener los insumos que necesitan de otros países a precios más bajos, lo que les permite reducir sus costos de producción. Esto se traduce en precios más bajos para los consumidores y en una mayor competitividad para las empresas.
Diversificación de la economía
El comercio exterior también puede ayudar a diversificar la economía de un país. Si un país depende demasiado de un solo sector o producto, es vulnerable a las fluctuaciones en los precios y la demanda. La diversificación de la economía mediante el comercio exterior puede reducir este riesgo y hacer que la economía sea más resistente a las crisis.
Desventajas del comercio internacional
Costes derivados de licencias y otras regulaciones
Traspasar fronteras también significa cambiar de leyes y regulaciones sobre nuestros productos. El hecho de que podamos encontrar un suministrador más barato en la otra punta del mundo no depende solo de que el coste que nos proponga (sumado al transporte añadido) sea menor que el coste que nos ofrece un suministrador local. También debemos tener en cuenta qué dice la legislación local y qué sobrecoste puede conllevar a nuestra cadena logística.
Saber anticiparnos a esos costes para determinar dónde está el buen negocio y dónde el error puede marcar la diferencia entre que nuestra estrategia de internacionalización resulte exitosa o todo lo contrario.
El idioma puede ser una trampa
Pensar en global significa también pensar que en el mundo existen muchas otras lenguas para comunicarse. Es cierto que el inglés en el mundo empresarial abre muchísimas puertas hoy en día, pero hay ocasiones en las que no dominar el idioma local puede terminar transformándose en una costosa barrera.
Esto no significa que debas ser políglota para obtener beneficios de la mano del comercio internacional, pero sí que deberás tenerlo en cuenta y contratar los servicios de un profesional que te ayude a esquivar la bala.
Dependencia del mercado internacional
Una de las principales desventajas del comercio exterior es que las empresas y los países pueden volverse demasiado dependientes del mercado internacional. Si los precios o la demanda de los productos exportados disminuyen, las empresas y los países pueden verse seriamente afectados.
Competencia internacional
El comercio internacional también puede generar una competencia feroz entre las empresas y los países. Las empresas deben ser capaces de competir con productos similares de otros países, lo que puede ser difícil si esos países tienen costos de producción más bajos o gozan de ventajas comparativas en la producción de ese producto.
Riesgos políticos y económicos
El comercio exterior también está sujeto a riesgos políticos y económicos. Los conflictos políticos o las crisis económicas en otros países pueden afectar negativamente el comercio internacional. Además, los cambios en las políticas comerciales, como los aranceles o las restricciones a las importaciones, pueden afectar seriamente a las empresas que dependen del comercio exterior.
No puedes apostar por una estrategia de comercio internacional esperando obtener beneficios en un corto plazo de tiempo.
Encontrar socios, inversores, suministradores, y, en definitiva, adaptar nuestra cadena logística a las nuevas circunstancias llevará tiempo. Saber esto no es necesario únicamente para que te armes de paciencia, sino para que sepas calcular y anticipar esa ventana de tiempo que va a ser necesaria hasta que llegues a obtener beneficios y saber cubrirte ante ella de la mejor manera.
Del mismo modo, existen circunstancias que no podemos controlar como la escasez de recursos naturales en un territorio o un inesperado cambio de precio en los mismos. Estos cambios imprevisibles e incontrolables deben ser gestionados si se da el caso y conllevarán que se agrande la ventana de tiempo necesaria hasta conseguir rentabilidad.
Conclusiones
En resumen, contamos con una serie de ventajas y desventajas del comercio internacional que permiten a las empresas expandir su mercado y aprovechar las ventajas comparativas, pero también puede generar dependencia del mercado internacional y competencia feroz. Además, el comercio exterior está sujeto a riesgos políticos y económicos y puede tener un impacto ambiental negativo.
Es importante que se tomen medidas para reducir los riesgos asociados con el comercio exterior y para promover prácticas comerciales sostenibles. De esta manera, podemos aprovechar los beneficios del comercio exterior sin comprometer nuestro futuro.
¿Tienes más dudas sobre las ventajas y desventajas del comercio internacional? Escríbenos
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del comercio internacional?
Para hablar de las ventajas y desventajas del comercio internacional, es importante entender que la impulsividad del ser humano, es un rasgo que nos viene dado por naturaleza. Es algo que debemos aceptar para lograr el control sobre nuestras acciones. En el mundo empresarial encontramos bastante frecuentemente esa idea o necesidad de tener que actuar rápido para lograr el éxito.
Cada quien decidirá su estrategia comercial, pero que algo esté en auge no es sinónimo de que tengas que apostar por ello. Y que sea un sector al alza no significa, ni mucho menos, que podamos obviar las ventajas y desventajas del comercio internacional.
Y es que entre los errores frecuentes que se producen al internacionalizar una empresa, encontramos el hecho de subestimar el proceso en sí. No, no estamos ante un camino de rosas que solo conlleva buenas noticias y buenos dividendos para quienes apuesten por él, sino más bien ante una decisión estratégica de marketing que puede hacer crecer mucho a nuestra empresa o terminar propiciándole un golpe mortal.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del comercio internacional?
Si nos ponemos prácticos, conocer las ventajas y desventajas del comercio internacional es «fácil», al final no es más que otra estrategia de mercado.
¿Elevar nuestra empresa a un escaparate de mayores dimensiones? Puede ser una forma de verlo, pero no debemos olvidar que una mayor exposición también conlleva mayor riesgo y mayores costes.
Es ahí donde radica la clave del éxito en la internacionalización, en saber anticipar las ventajas y desventajas del comercio internacional.
Ventajas del comercio internacional
Mejora nuestra competitividad
Apostar por el comercio internacional agranda los límites de nuestro mercado. Una de las posibilidades aparejadas a esta circunstancia es el hecho de que podremos contar con proveedores y suministradores que ofrezcan precios más competitivos que los que encontramos en nuestro mercado local.
Generador de empleo
Si fijamos el punto de vista en las empresas extranjeras con las que tendremos que colaborar para llevar a cabo nuestra estrategia de internacionalización, podemos pensar que nuestra colaboración provocará un aumento del volumen de trabajo para dichas empresas y, por tanto, un teórico aumento del empleo que oferten.
Atracción de nuevos inversores
Si anteriormente hemos mencionado que el comercio internacional supone contar con un mayor escaparate, tenemos que entender también que ese gran escaparate puede atraer nuevos inversores. Sobre todo si, al echar mano de nuevos acuerdos internacionales, mejoramos nuestra competitividad y aumentamos el valor de nuestro producto.
Mayor eficiencia, mayores beneficios
Si conseguimos ejecutar de una manera provechosa los tres puntos anteriores parece inevitable que vamos a mejorar la competitividad de nuestra compañía y, por ende, van a aumentar los beneficios.
Ampliación del mercado
Una de las principales ventajas del comercio exterior es que permite a las empresas ampliar su mercado, tanto a nivel nacional como internacional. Las empresas pueden exportar sus productos a otros países y, por lo tanto, aumentar su base de clientes potenciales.
Aprovechamiento de las ventajas comparativas
El comercio internacional también permite a los países aprovechar sus ventajas comparativas. Esto significa que un país puede exportar los productos que produce de manera más eficiente y a menor costo que otros países. De esta manera, el país puede especializarse en la producción de esos productos y aumentar su competitividad.
Mayor eficiencia
El comercio exterior también puede mejorar la eficiencia de la economía en general. Las empresas pueden obtener los insumos que necesitan de otros países a precios más bajos, lo que les permite reducir sus costos de producción. Esto se traduce en precios más bajos para los consumidores y en una mayor competitividad para las empresas.
Diversificación de la economía
El comercio exterior también puede ayudar a diversificar la economía de un país. Si un país depende demasiado de un solo sector o producto, es vulnerable a las fluctuaciones en los precios y la demanda. La diversificación de la economía mediante el comercio exterior puede reducir este riesgo y hacer que la economía sea más resistente a las crisis.
Desventajas del comercio internacional
Costes derivados de licencias y otras regulaciones
Traspasar fronteras también significa cambiar de leyes y regulaciones sobre nuestros productos. El hecho de que podamos encontrar un suministrador más barato en la otra punta del mundo no depende solo de que el coste que nos proponga (sumado al transporte añadido) sea menor que el coste que nos ofrece un suministrador local. También debemos tener en cuenta qué dice la legislación local y qué sobrecoste puede conllevar a nuestra cadena logística.
Saber anticiparnos a esos costes para determinar dónde está el buen negocio y dónde el error puede marcar la diferencia entre que nuestra estrategia de internacionalización resulte exitosa o todo lo contrario.
El idioma puede ser una trampa
Pensar en global significa también pensar que en el mundo existen muchas otras lenguas para comunicarse. Es cierto que el inglés en el mundo empresarial abre muchísimas puertas hoy en día, pero hay ocasiones en las que no dominar el idioma local puede terminar transformándose en una costosa barrera.
Esto no significa que debas ser políglota para obtener beneficios de la mano del comercio internacional, pero sí que deberás tenerlo en cuenta y contratar los servicios de un profesional que te ayude a esquivar la bala.
Dependencia del mercado internacional
Una de las principales desventajas del comercio exterior es que las empresas y los países pueden volverse demasiado dependientes del mercado internacional. Si los precios o la demanda de los productos exportados disminuyen, las empresas y los países pueden verse seriamente afectados.
Competencia internacional
El comercio internacional también puede generar una competencia feroz entre las empresas y los países. Las empresas deben ser capaces de competir con productos similares de otros países, lo que puede ser difícil si esos países tienen costos de producción más bajos o gozan de ventajas comparativas en la producción de ese producto.
Riesgos políticos y económicos
El comercio exterior también está sujeto a riesgos políticos y económicos. Los conflictos políticos o las crisis económicas en otros países pueden afectar negativamente el comercio internacional. Además, los cambios en las políticas comerciales, como los aranceles o las restricciones a las importaciones, pueden afectar seriamente a las empresas que dependen del comercio exterior.
Impacto ambiental
El comercio exterior también puede tener un impacto ambiental negativo. El transporte de productos a través de largas distancias consume grandes cantidades de energía y emite gases de efecto invernadero. Por lo tanto, es importante que se tomen medidas para reducir el impacto ambiental del comercio exterior, como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte de mercancías y la promoción de prácticas comerciales sostenibles.
La paciencia es clave
No puedes apostar por una estrategia de comercio internacional esperando obtener beneficios en un corto plazo de tiempo.
Encontrar socios, inversores, suministradores, y, en definitiva, adaptar nuestra cadena logística a las nuevas circunstancias llevará tiempo. Saber esto no es necesario únicamente para que te armes de paciencia, sino para que sepas calcular y anticipar esa ventana de tiempo que va a ser necesaria hasta que llegues a obtener beneficios y saber cubrirte ante ella de la mejor manera.
Del mismo modo, existen circunstancias que no podemos controlar como la escasez de recursos naturales en un territorio o un inesperado cambio de precio en los mismos. Estos cambios imprevisibles e incontrolables deben ser gestionados si se da el caso y conllevarán que se agrande la ventana de tiempo necesaria hasta conseguir rentabilidad.
Conclusiones
En resumen, contamos con una serie de ventajas y desventajas del comercio internacional que permiten a las empresas expandir su mercado y aprovechar las ventajas comparativas, pero también puede generar dependencia del mercado internacional y competencia feroz. Además, el comercio exterior está sujeto a riesgos políticos y económicos y puede tener un impacto ambiental negativo.
Es importante que se tomen medidas para reducir los riesgos asociados con el comercio exterior y para promover prácticas comerciales sostenibles. De esta manera, podemos aprovechar los beneficios del comercio exterior sin comprometer nuestro futuro.
¿Tienes más dudas sobre las ventajas y desventajas del comercio internacional? Escríbenos