El transporte marítimo de carga representa un porcentaje de la industria global muy alto, demasiado quizás. Pero como sucede en otras industrias, no todo tiene que ver con satisfacer la demanda de productos y servicios. Está industria también tiene que hacer frente a los grandes desafíos que presenta el cambio climático.
Ciertamente las navieras son conscientes de la necesidad de promover la limpieza y seguridad en los mares, reduciendo el impacto de contaminación de sus embarcaciones en el agua.
De hecho en la actualidad ya se utilizan paquetes resistentes a químicos y contenedores diseñados para controlar el derrame de líquidos nocivos.
Efectos del cambio climático en el transporte marítimo de carga
Pero aunque estas acciones son muy importantes, el transporte marítimo de carga enfrenta grandes desafíos en términos de las emisiones de gases. El motivo de esto tiene que ver con que a medida que el cambio climático empeora año con año, las cantidades de monóxido de carbono que generan las embarcaciones también se incrementan significativamente. Por suerte, este es un tema de rabiosa actualidad y ya se están tomando cartas en el asunto, tal y como mencionábamos hace unas semanas en el artículo acerca del nuevo recargo en el transporte marítimo derivado del uso de nuevos combustibles con concentraciones inferiores en azufre.
¿Cuáles son los efectos adversos del cambio climático para el transporte marítimo? Demos un vistazo a los diferentes impactos para la industria, particularmente en términos de eficiencia y rentabilidad.
Los cambios de rutas son ahora más comunes
Como consecuencia del constante deshielo alrededor del Polo Norte provocado por el calentamiento global, el nivel del mar está incrementándose. Al mismo tiempo la erosión de la costa empeora y los patrones de sedimentación están cambiando.
Como consecuencia, las rutas habituales del transporte marítimo de carga ya no son lo seguras o fáciles que eran antes. Esto ha provocado que puedan tener que trazarse nuevas rutas y con ello afectar las operaciones regulares, asignar más recursos financieros y en última instancia, afectar los tiempos de entrega de mercancía a los clientes. De hecho, algunos ya están estudiando la viabilidad del uso de una nueva ruta ártica, pero por ahora no resulta del todo rentable.
Pueden haber más daños en la infraestructura portuaria
Un incremento en los niveles del mar puede dañar la infraestructura portuaria, que como sabemos se encuentra localizada a nivel del mar. Por lo tanto, cuando el agua termine por subir, toda esta infraestructura quedará sumergida e inservible.
Aunque ya se están desarrollando modificaciones en las prácticas de construcción y desarrollo estructural, la amenaza de que la infraestructura portuaria desaparezca no se puede evitar.
Baja productividad y rentabilidad
Los daños por el incremento de los mares no se limitarán únicamente a la infraestructura portuaria. Las inundaciones derivadas de esté incremento terminarán afectando terriblemente las operaciones en la mayoría de las instalaciones costeras.
Los trabajadores serán incapaces de reponer el tiempo de inactividad, por lo que los ingresos potenciales se verán significativamente afectados. No solo eso, los retrasos y costos de reparación más altos, podrían afectar la rentabilidad.
Costes adicionales no planificados
Otro efecto del cambio climático en el transporte marítimo de carga se relaciona con los costes no planificados para la reparación o reubicación de las instalaciones. Y debido a que los niveles de temperatura también están incrementándose, igualmente se tendrán costes de refrigeración más altos.
Sumado a esto, las condiciones climáticas adversas prolongadas, pueden generar viajes y rutas de envío menos rentables. Del mismo modo, los trabajos de carga y descarga, así como los envíos, se pueden retrasar de una manera importante.
La demanda de servicios disminuirá
El cambio climático está provocando sequías y temperaturas mucho más altas. Los cultivos comienzan a ser cada vez menos sostenibles al punto que en la actualidad productos naturales como el maíz, el trigo y la soja, han reducido su volumen significativamente.
¿Qué significa esto para el transporte marítimo de carga? Pues que con menos mercancías para transportar, la demanda de dicho transporte también se verá afectada.
¿Qué debe hacer el transporte marítimo de carga para combatir el cambio climático?
Con tantas afectaciones, es indispensable que la industria marítima se involucre y tome medidas para contrarrestar los efectos adversos del calentamiento global. Es momento de que las empresas de transporte marítimo de carga diseñen e implementen medidas que contribuyan a reducir los daños.
Una preparación adecuada es fundamental para minimizar los riesgos y disminuir la gravedad de las amenazas. Empresas y organizaciones involucradas en el transporte marítimo de carga deben tomar medidas para reducir la huella de carbono y una de las mejores formas de hacerlo es utilizar fuentes de energía renovables.
Al final no debemos olvidar que está industria opera el 70% del valor de todo el comercio a nivel mundial. Por lo tanto, la afectación del cambio climático podría terminar perjudicando también a otras industrias que dependen de sus servicios.